Como un niño que cree a ciegas en su Padre, así quiero depositar mi fe en ti. Abrázame fuerte, cuídame. Te entrego todo y confío en que sabes, que es lo mejor para mí.
Jeremías 31:3
El Señor se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Oseas 11:4
Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor, y fui para ellos como quien alza el yugo de sobre sus quijadas; me incliné y les di de comer.
Malaquías 1:2
Yo os he amado–dice el SEÑOR–. Pero vosotros decís: ¿En qué nos has amado? ¿No era Esaú hermano de Jacob?–declara el SEÑOR–. Sin embargo, yo amé a Jacob,
Deuteronomio 4:37
Porque El amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia después de ellos; y personalmente te sacó de Egipto con su gran poder,
Deuteronomio 7:8
mas porque el SEÑOR os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el SEÑOR os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.
Salmos 25:6
Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas.