Me refugié en el cielo en un día de dolor, quien escuchó mi confesión de lo inmenso que por ti es mi amor, quien al darse cuenta que no podía estar junto a ti, empezó a oscurecerse y a opacar el sol y en muestra de comprensión lloró, inundando los valles que vieron crecer mi inspiración, que tan frágil es mi corazón.
Reflexioné acerca de nuestro amor, confirmando que estar lejos de ti, no es la solución, pero que querer besarte para ti no es una opción, que pedir que cumplas mi lista de deseos, no eliminará nuestra ilusión.
Aunque el egoísmo me dice que te convenza de vivir un imposible amor, solo quiero que seas feliz, aunque la razón de tu fidelidad no sea yo.