Contenido
(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. (Salmos 121:1-2)
En el Salmo 121, David habla de la seguridad que él encuentra en el Señor. Hoy y mañana miraremos con atención varios versículos para entender mejor nuestra seguridad.
«Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová». Cuando se escribió esto, había ladrones que vivían en las montañas, acechando a viajeros inocentes que se convertirían en sus víctimas inocentes. El trabajo de David como pastor de ovejas lo llevaba a zonas peligrosas, donde no solo los ladrones sino también los animales salvajes constituían una amenaza.
Nuestra vida puede ser como un territorio montañoso. ¿Se pregunta usted qué peligros acechan el futuro? El Señor es nuestro ayudador; solo Él puede protegernos. Los seres queridos pueden dar ayuda hasta cierto punto, pero Dios lo sabe todo, y tiene todo el poder necesario para socorrernos.
«No dará tu pie al resbaladero». Dios ha provisto todo lo que necesitamos para evitar el pecado. El Espíritu Santo nos dirige y nos da poder; la Palabra de Dios alumbra nuestro camino para que no resbalemos. Pero, a veces, elegimos pecar. El Dios todopoderoso podría impedir que desobedezcamos, pero Él no interfiere con nuestro libre albedrío. Lo que hace es sostenernos, dándonos el poder para andar en sus caminos.
Estos primeros versículos se centran en el poder del Señor de protegernos. Ya sea que la fuente del problema sean otros, las circunstancias externas, o nuestro propio pecado, podemos encontrarnos en peligro y atemorizados. Afortunadamente, tenemos un Dios que nos conduce a la seguridad.
Oración diaria: Señor, que mi día esté guiado por Tu protección infalible y que Tu mano me conduzca siempre a lugares de seguridad. Pongo en tus manos todas mis angustias, porque se que me llevarás siempre a la victoria.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Salmos 121:
Este salmo es el segundo identificado como «canto de ascensión». Los cantos de ascensión son los salmos 120-134. Se cantaban cuando el pueblo de Israel atravesaba las colinas de camino a Jerusalén para celebrar las fiestas anuales. A David se le atribuye la autoría de los Salmos 122, 124, 131 y 133. Salomón es citado como autor del Salmo 127, y el resto son anónimos. El líder de los adoradores comenzó el Salmo 121 expresando los versos 1 y 2, y otros respondieron con los versos que siguen.
Referencias cruzadas por término – Salmos 121:1-2:
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Salmos 2:6 – Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.
Salmos 68:15-16 – Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán. ¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.
Salmos 120:1 – A Jehová clamé estando en angustia, Y él me respondió.
Isaías 2:3 – Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Jeremías 20:11 – Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.
Salmos 124:8 – Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.
Isaías 41:13 – Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Salmos 115:15 – Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.