Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Uno de los mayores temores a los que se enfrentan las personas es el miedo a la escasez. Es el miedo a que tus necesidades no sean cubiertas, que te quede sin recursos y que Dios no llegará a tiempo.
A lo mejor te encuentras en una situación de carencia en la que nunca has estado antes, en una necesidad financiera desesperada u otros recursos para cubrir tus necesidades básicas. Tal vez estás enfrentando un problema emocional o escasez espiritual. El espíritu de miedo podría estar atacándote, diciéndote que Dios no puede satisfacer tus necesidades y que no lo hará.
Dios le importa tu situación. Él tiene un plan y Él está obrando de tu parte para proporcionarte lo que necesitas en el momento adecuado. Incluso cuando parece que nada llega a tu camino, Dios siempre sabe cómo proveer milagrosamente.
Se trata de tener la fe suficiente para consolidar un importante pensamiento: no existe necesidad que pueda agotar las enormes provisiones que El Senor tiene para cada uno de sus hijos. Puede que no sea en los lapsos que esperamos, o de la manera que consideremos más adecuada, pero al final será siempre de la forma que nos permita enfrentar las situaciones adversas en base a la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Cualesquiera que sean tus necesidades financieras, físicas, emocionales, espirituales, no tienes que tener miedo a la escasez. Dios proveerá, te consolará, te sustentará y te regresará a un lugar de fortaleza. Confía en Su provisión.
Palabra Diaria: Señor, tu Palabra dice que suplirás todas mis necesidades, así que no cederé ante el temor de la escasez. Creo que me amas que vendrás y me proveerás.