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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:17-18)
La oración es el alma de una relación estrecha con el Padre, pero muchas veces los creyentes tenemos dudas en cuanto a su poder y eficacia. No dude en llevar sus preguntas al Señor, profundizar en la Biblia en busca de respuestas, y buscar el consejo de un mentor espiritual confiable. La oración es demasiado importante para ser descuidada.
¿Fracasarán los planes de Dios si oramos? Dios no está subordinado a los creyentes, ni depende de sus oraciones. El tiempo que invertimos en hablar con Él nos involucra en la obra que está haciendo en nuestras vidas y en el mundo, pero seguirá adelante sin nosotros.
¿Tiene algún efecto mi oración (o la falta de ella) sobre lo que Dios hace? La Biblia sugiere que la respuesta a esta pregunta es sí y no, dependiendo de la situación. Hay casos en los que el propósito de Dios es definitivo. Él tiene el control y ha determinado el mejor plan. En el Antiguo Testamento, el Señor profetizaba a menudo lo que iba a hacer, y después hacía que ocurriera.
En otros casos, “no tenéis lo que deseáis, porque no pedís” (Stg 4.2). Hay algunas cosas buenas que Él no nos da hasta que se lo pidamos en oración. Pero por ser un Padre misericordioso, Él también derrama sobre nosotros bendiciones que ni siquiera habíamos pensado pedirle.
Las oraciones del creyente tienen un impacto tremendo, sobre todo en su propia fe y vida. ¿Comprende usted qué privilegio tan maravilloso es arrodillarse ante el todopoderoso Padre celestial y saber que Él escucha y responderá? A Dios le encanta ser bueno con sus hijos y responder sus oraciones.
Palabra Diaria: Señor, se que responderás mis oraciones, siempre en Tus tiempos correctos. Que no deje de clamarte y confiar en Ti en todo aquello que haga.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Romanos 5:3-4
Tema del Capítulo – Romanos 5
En Romanos 5, Pablo muestra la importancia del sacrificio de Jesús en la Cruz en nuestra relación con Dios. Antes estábamos en guerra con Dios, pero ahora tenemos paz, gracias a Jesucristo.
Destaca la importancia de este sacrificio y del amor de Dios justo cuando estábamos depravados en nuestros pecados. La muerte y resurrección de Jesús pone fin al reino de la muerte que comenzó en Adán y se remonta a Moisés y la ley, es decir, cuando Jesús fue resucitado la muerte fue derrotada.
Esbozo de Romanos 5:
5.1 – 5: Jesucristo nos da la paz con Dios
5:6 – 10: Jesucristo murió por los impíos
5:11 – 13: Todos han pecado
5:14 – 17: El reino de la muerte
5:18 – 21: El acto de justicia
Comentario Bíblico:
Romanos 5:3-4
18 Porque esta es la voluntad de Dios, es decir , que demos gracias. Y además se incluye en ella un significado más amplio bajo estos términos: que Dios tiene tal disposición hacia nosotros en Cristo, que incluso en nuestras aflicciones tenemos una gran ocasión de acción de gracias. ¿Por qué, que es más adecuado para apaciguarnos o derrotar la ansiedad que cuando aprendemos que Dios nos abraza en Cristo con tanta ternura, que coloca un propósito de ventaja y bienestar en todo lo que nos acontece? Tengamos en cuenta, por lo tanto, que este es un remedio especial para corregir nuestra impaciencia: apartar nuestros ojos de contemplar los males presentes que nos atormentan y dirigir nuestra visión a una consideración de una naturaleza diferente: cómo Dios, nos observa en la prueba y con amor y ternura vela por nosotros y nuestro bienestar en Cristo.