Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Hebreos 13:20-21
La Biblia enseña que Dios escucha y responde nuestras oraciones cuando pedimos aquello que esté de acuerdo con su voluntad (1 Jn 5.14, 15). Aunque nuestro Padre celestial siempre es fiel para guiarnos en situaciones específicas, también quiere que conozcamos sus grandes propósitos para nosotros, que están descritos a lo largo de su Palabra. El pasaje de hoy de Hebreos 13 es uno de esos ejemplos.
Con respecto tanto al carácter como a las obras, el propósito de Dios para los creyentes puede resumirse en estas dos peticiones del versículo 21 (NVI):
SU OBJETIVO ES “[CAPACITARNOS] EN TODO LO BUENO PARA HACER SU VOLUNTAD”. Quiere que dependamos por completo de Él para llevar a cabo las buenas obras que dispuso de antemano para nosotros (Ef 2.10). Estas incluyen la vida justa en obediencia a su Palabra, así como el servicio fructífero en su nombre y a su pueblo.
DIOS ESTÁ “[CUMPLIENDO] EN NOSOTROS LO QUE LE AGRADA”. A medida que el Padre nos moldea a la imagen de su Hijo, está transformando nuestro carácter para que tengamos un corazón inclinado a complacerlo. De lo contrario, todas nuestras buenas obras son inútiles.
Al pedirle a Dios que realice estas dos cosas en su vida, puede tener la plena seguridad de que Él lo hará.
Señor, capacítame para hacer tu voluntad y cumplir las buenas obras que has preparado para mí. Transforma mi corazón y mi carácter para que sean agradables a ti. Gracias por tu guía y por moldearme a la imagen de tu Hijo. Que mi vida siempre te glorifique. En El Nombre de Jesús, Amén.