Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. (Génesis 50:19-21)
El mundo de hoy nos invita a pensar y a esperar resultados mucho más rápido. La vida se muestra mas azarosa y en ese huracán de eventos, podemos empezar a esperar repuestas rápidas de Dios. Sin embargo, olvidamos que El Senor, es el Principio y el Fin, que lo que nosotros juzgamos a corto plazo, es sólo una parte de su plan. En otras palabras: podemos creer saber una parte, pero Dios, lo sabe todo.
En Génesis 50:20, José está hablando con sus hermanos, que lo habían maltratado severamente cuando lo arrojaron a un pozo y lo vendieron como esclavo, pensaron que estaban obrando en contra de él, pero realmente, Dios tenía un plan para usar esa aflicción para ascender a José a un lugar de gran influencia.
A veces las mismas cosas que creemos que son horribles resultan ser una gran bendición. La más grande prueba puede desarrollar en ti la más grande fe. Puede que estés en el fondo de un pozo, pero Dios tiene un plan de usar ese pozo para ponerte en Su llamado para tu vida. Recuerda, Dios puede ver todo, y usará esas pruebas para tu bien.
Palabra diaria: Señor, mi percepción se nubla por lo inmediato, por la rapidez del mundo. Por eso te pido que traigas a mi, en esos momentos de impaciencia, la paz para confiar en Ti, sabiendo que Tu eres el principio y el final y que . Yo creo puedes tomar mis pruebas y traer lo bueno de ellas.