“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17)
Una de las fuentes de motivación más importantes de la vida, son las metas que nos trazamos y que apoyados en Dios, nos proponemos cumplir. Dejar un mal hábito, recomponer una relación, conseguir un trabajo, lograr un objetivo financiero.
Al momento de plantearnos una meta, empezamos con la mejor disposición y ponemos toda nuestra energía y esfuerzo en las acciones que nos conduzcan a ella. No obstante llega un momento en el cual, alcanzada una parcialidad del objetivo, empezamos a sentirnos cómodos en el lugar al que hemos llegado y asumimos la creencia de que en ese punto hemos obtenido lo suficiente.
Al caminar junto a Dios pudiera suceder lo mismo con nuestra fe en el propósito al que El Señor nos ha llamado. Podemos pensar que hemos alcanzado nuestros límites y dejamos en algún momento de buscar esa excelencia, ese deseo de avanzar en la realidad que Dios nos ha puesto y que nos hace dignos de su presencia.
¿Sientes que puedes hacer más desde donde te encuentras hoy?¿Existe todavía espacio para crecer donde Dios te ha puesto ? si sientes que aun puedes alcanzar más, no te detengas en medio del camino y continua hacia la cima de la montaña. Cree en Dios para avanzar, cree en Dios para más, porque algo es seguro, la fuerza para lograrlo la hallarás en Él.
Palabra diaria: Señor, permíteme reconocer los espacios para crecer siempre bajo Tu guía. Ayúdame a buscar la excelencia en cada una de mis acciones, de manera que pueda cumplir el propósito que tienes para mí.