Guerrero de Dios: Un Reino Oculto

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Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. Mateo 13:13

Las enseñanzas de Cristo acerca de su reino algunas veces eran directas, y el Sermón del monte sirve como un excelente ejemplo. En las Bienaventuranzas y otras enseñanzas de ese sermón, el Señor explicó cómo vivir como ciudadano del reino. “Cuando ayunen…”, dijo. “Cuando oren…”.

En otras ocasiones, el Señor revelaba su reino por medio de parábolas. Estas historias sencillas, que utilizan personajes o escenas familiares para transmitir ricas verdades, son fáciles de entender. “El sembrador salió a sembrar”, comienza diciendo una parábola. La historia cuenta lo que ocurre cuando la semilla cae en diferentes tipos de suelo. Pero las parábolas también tienen un significado más profundo.

Cristo nos sigue hablando hoy, por medio de la Biblia, del Espíritu Santo y del Cuerpo de creyentes. En diferentes épocas de la vida, podemos experimentar claridad en cuestiones espirituales con las que luchamos en el pasado. O asuntos que antes parecían sencillos, de repente nos parecen complejos.

Parte de nuestro crecimiento consiste en aprender a aceptar el tiempo de Dios, incluso cuando se trata de comprender las Sagradas Escrituras. Sea cual sea el período en que nos encontremos, de claridad o de confusión, es esencial que nos acerquemos al Señor con humildad. Podemos confiar en que Él nos revelará todo lo que necesitamos saber.

Señor, abre mi corazón y mi entendimiento para recibir Tu verdad con humildad y paciencia. Ayúdame a confiar en Tu tiempo y en la manera en que revelas Tu voluntad en mi vida. Permíteme escuchar Tu voz a través de la Escritura, del Espíritu Santo y de la comunión con otros creyentes. Que mi fe no dependa solo de mi comprensión, sino de mi confianza en Ti. Enséñame a aceptar con gozo cada nueva revelación y a seguir creciendo en Tu gracia. En el nombre de Jesús, Amén.