Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Romanos 6:4
Como creyente, en usted mora la misma vida nueva que Dios le dio a Jesús cuando lo levantó de los muertos. El viejo pecador que usted era, ha muerto. Ahora es una nueva creación en su interior.
¡Usted está lleno de la vida de resurrección de Dios!
Pero el pecado, la desobediencia, el egoísmo y la vida carnal no dejarán que esa vida de resurrección se manifieste. El pecado lo separará del poder de Dios, aunque usted haya nacido de nuevo. Sin anda en pecado, la vida de resurrección yacerá inactiva.
Pero, usted no puede vencer el pecado si trata de dejar de pecar. Lo vencerá cuando viva de acuerdo a la vida nueva que Dios ha puesto en usted, dedicando tiempo a la Palabra y a la oración. Al hacerlo, el Espíritu de Dios le fortalecerá y le capacitará para poner ese pecado debajo de sus pies.
No obstante, recuerde que el Espíritu Santo no usará las fuerzas suyas para poner bajo sus pies esos viejos hábitos carnales. El esperará que usted tome la iniciativa. Luego le fortalecerá para que prosiga con su decisión y le enseñará cómo andar en la vida nueva que usted tiene adentro.
Dé el primer paso hoy y pídale ayuda. Abra el corazón a Él y verá cómo sin demoras, Su obra de misericordia actuará para el rescate de toda su vida.
«Señor, deseo experimentar el poder de vivir esta vida nueva todos los días. Por una decisión de mi corazón, pongo bajo sujeción los dictados del pecado y me declaro muerto a este. En el Nombre de Jesús, pasaré tiempo en oración y en la Palabra hoy. Al hacerlo, sé que recibiré un refrigerio del Espíritu Santo en mi vida. Sé que comenzaré a vivir el poder de la resurrección que has puesto en mí».