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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
“Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.” (Deuteronomio 8:7-10)
La provisión perfecta de Dios reltada en el versículo de hoy, nos entrega una maravillosa verdad: Si hemos aprendido bien las lecciones del pasado, delante de nosotros se extiende una herencia de bendiciones inefables que ninguna de estas metáforas mostradas en La Palabra puede describir en su totalidad; fuentes infinitas de bendición, porque las fuentes y los arroyos no son sino figuras de la gracia infinita de Dios. Porque con Él está la fuente de vida.
¡Una fuente que se surte de manantiales eternos!
Nos hablan de provisión inagotable: “pan sin escasez”, el aceite de oliva que habla del Espíritu Santo, la miel que habla de la dulzura de su amor, y las granadas, que son las frutas de siembra que hablan de una vida que se reproduce a sí misma en la bendición de otros.
Hablan de las “fuentes de abajo” que fluyen desde las profundidades de la tristeza en los lugares difíciles, en los lugares desiertos, en los lugares solitarios, en los lugares sencillos que parecen estar más lejos de todo lo que es sagrado y divino.
¡Qué delicioso es tener el gozo de Dios en los lugares bajos de la tristeza y ser capaz de gloriarse también en la tribulación!
Nos hablan de deleites que brotan de lo más profundo de la prueba, tesoros arrancados de la mano del enemigo.
¡Qué preciosos son los manantiales que fluyen hacia los lugares de tentación!, porque no hay nada en la vida tan difícil como el roce de la mano de enemigo y su aliento destructor. Ah, ¡qué dulce es, aun allí, encontrar que la luz es tan tensa como la sombra y que el cielo está más próximo cuando más cerca estamos de las puertas del infierno! Así podremos tener por sumo gozo cuando nos hallemos en diversas pruebas y decir: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
¡Qué bendición es beber de los manantiales de salud y encontrar que nuestra fuerza se renueva día tras día y que la vida de Dios fluye aun dentro de nuestros órganos y nuestras funciones físicas! “¡Todas mis fuentes están en ti!”
Amado, Dios tiene para nosotros estos manantiales y los necesitamos todos los días. Bebamos del agua viva. Aun más, recibamos esa agua dentro de nuestro mismo corazón para que podamos llevarla dondequiera que vayamos.
Los lugares más difíciles en las experiencias de la vida son las oportunidades más grandes de Dios y los desafíos más poderosos de la fe.
Los manantiales en el desierto no son muy comunes; ¡pero Él nos dará tanto las fuentes de arriba como las fuentes de abajo!
Palabra diaria: Señor, que no me falte nunca Tu maravillosa provisión de bendiciones, que es suficiente y acorde siempre con mis necesidades no solo materiales, sino más importantes las de mi alma, mi corazón y mi espíritu. Gracias Padre, por Tu grandiosa provisión.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Deuteronomio 8:10
Tema del Capítulo – Deuteronomio 8:
En el Deuteronomio 8 se nos exhorta a recordar todo lo que el Señor ya ha hecho y cómo nos ha conducido por los distintos caminos de la vida. Tanto los momentos buenos como los malos deben ser vistos como un entrenamiento, un perfeccionamiento, porque a través de esto el Señor quiere conocer nuestras verdaderas intenciones.
Muchos creyentes dicen que son capaces de dar su vida por el Señor, pero en el momento de la prueba lo niegan con sus actitudes, como hizo Pedro.
Uno de los objetivos de las pruebas es precisamente este, revelar quiénes somos realmente, para que seamos conscientes de que tenemos que mejorar.
Además, se nos exhorta a no olvidar al Señor cuando la prueba haya pasado finalmente y nos introduzcamos en la tierra de la promesa.
No es raro que el creyente sea sumiso y profundamente devoto mientras las cosas van mal, y que se aleje de los mandamientos del Señor cuando todo va mal.
En este capítulo, la gran lección es que tengamos siempre presentes los mandamientos del Señor y su bondad, no sea que nos desviemos de ellos y seamos expulsados de la tierra prometida.
Esbozo de Deuteronomio 8:
8.1 – 9: Carga para Israel
8:10 – 20: Prosperidad material
Comentario Bíblico:
Deuteronomio 8:10
Moisés da instrucciones acerca del deber en una situación próspera. Que siempre recuerden a su Benefactor. Debemos dar gracias en todo. Moisés los arma contra las tentaciones de la situación próspera. Cuando los hombres son dueños de grandes fortunas o están en negocios que les dejan grandes ganancias, se encuentran ante la tentación del orgullo, de olvidarse de Dios y del pensamiento carnal. Se ponen ansiosos y se alteran por muchas cosas. En esto tiene ventaja el pobre que cree pues percibe más fácilmente que sus provisiones vienen del Señor como respuesta a la oración de fe; y, por raro que parezca, ellos encuentran menos dificultad para confiar sencillamente en Él para el pan cotidiano. Saborean en ello una dulzura que generalmente es desconocida para el rico, mientras, además, están libres de muchas de las tentaciones del rico. No olvidéis los tratos anteriores de Dios con vosotros. Aquí está el gran secreto de la providencia divina. La sabiduría y la bondad infinitas son la fuente de todos los cambios y de todas las pruebas que los creyentes experimentan.
Referencias Cruzadas:
Romanos 14:6 – El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
Mateo 14:19 – Entonces mandóa la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
Juan 6:23 – Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
Tema Principal:
Aprendiendo del pasado damos un paso a acceder a las bendiciones que el Señor quiere entregarnos.
Versículos Temáticos:
2 Corintios 5:17
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Isaías 65:16
16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.
Gálatas 4:3-5
3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Colosenses 1:13-14
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Isaías 43:18
18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
Filipenses 3:13-14
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.