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Así es Papá Dios, siempre poniéndonos piedras en el camino, algunas son piedras tan grandes que nos protegen de las tormentas que nos acechan, otras son tan pequeñas que sin darnos cuenta nos molestan porque pensamos que son más grandes, pero rocas grandes o pequeñas todas tienen su recompensa cuando le preguntamos a Dios que es lo que tenemos que hacer y no nos dejamos llevar por nuestra propia opinion. Pero si El siempre será nuestra roca fuerte