La vida en obediencia

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Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer. (Deuteronomio 5:33)

Un estilo de vida de obediencia exige compromiso y perseverancia. Noé tuvo necesidad de ambos cuando obedeció la orden del Señor de construir una gran embarcación con techo, puertas y tres pisos. Dios le dijo las medidas exactas, el tipo de madera que debía utilizar, y la manera de evitar que hiciera aguas. Era esencial que Noé obedeciera cada detalle para que el arca albergara a todos los animales y se mantuviera a flote.

La Biblia no habla de objeciones al proyecto, pero conociendo la naturaleza humana podemos imaginar la incredulidad y el rechazo que hubo probablemente en Noé. Sin embargo, trabajó fielmente hasta el final, e “hizo conforme a todo lo que Dios le mandó” (v. 22).

El Señor quiere que sigamos sus instrucciones rigurosamente. Por desgracia, nos gusta añadir algunos de nuestros deseos a su plan. Somos como el hijo al que su padre o su madre le asignan tres tareas. La primera la hace bien, la segunda la deja para otro día, y la tercera la olvida porque la considera innecesaria. Esto no es obediencia.

En nuestro caso, sabemos que estamos llamados a perdonar a otros como el Señor nos perdonó a nosotros (Col 3.13). Pero nuestra naturaleza humana quiere ser selectiva en cuanto a qué obedecer o no de la Biblia. Dios bendice a quienes siguen a Cristo sinceramente (Jn 12.26).

Abraham decidió ir adonde Dios le guiara. Moisés se sintió muy incompetente, pero cumplió con el plan del Señor. Pablo hizo un giro de ciento ochenta grados para convertirse en discípulo de Cristo. Pídale al Espíritu Santo que le ayude a seguir la senda de la verdad.

Oración diaria: Señor, que recuerde en cada acción que tomo, que mi primer objetivo es obedecerte y seguir Tu Voluntad. Que nunca me aleje de Tus Santos Caminos Padre.

Contenido

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Deuteronomio 5:

El significado de Deuteronomio 5 habla de los diez mandamientos. Así que Moisés repitió los mandamientos básicos de la alianza, que eran los principios por los que debía vivir la nación (Deuteronomio 5:6; 11:32). Y dio aplicaciones detalladas de estos principios, ya que afectaban a la vida diaria y a los ejercicios religiosos del pueblo (Deuteronomio 12:1; 26:19).

Según la antigua costumbre, cuando se renovaban los pactos, se podían hacer ajustes para actualizar las leyes. En esta ocasión, Moisés hizo frecuentes ajustes y explicaciones en vista de la nueva forma de vida en la que los israelitas estaban a punto de entrar.

Ya no eran una vasta multitud de viajeros que se desplazaban por el desierto, sino que estaban a punto de convertirse en una nación de colonos permanentes en un país agrícola y próspero.

Referencias cruzadas por término – Deuteronomio 5:33:
Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado:

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. 1 Pedro 2:21

Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Salmos 128:1 

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gálatas 5:25

Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Marcos 8:34 

En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Deuteronomio 13:4

Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Mateo 10:38

Para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer:

Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión.
Deuteronomio 30:16

El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce.
Salmo 23:1-2

Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.
Romanos 12:14

El que atiende a la palabra prospera.
¡Dichoso el que confía en el Señor!
Proverbios 16:20

Cuán grande es tu bondad,
que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian.
Salmo 31:19

Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
Filemón 1:25