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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. (Salmos 37:3-4)
Muchos de nosotros pasamos demasiado tiempo tratando de descubrir cómo podemos obtener bendiciones para nosotros mismos. La gente a veces gasta sus vidas enteras tratando de lograr lo que creen que es importante, nunca confiando en Dios o dejando que Él los guíe. Al final, esto los deja deprimidos e insatisfechos.
El Salmo 37:3 dice: Confía en el Señor y haz el bien …. Dios no nos creó para ser egoístas o enfocados en ayudarnos a nosotros mismos todo el tiempo.
Y es que tener un espíritu perseverante en medio de las angustias de la vida y contar con la seguridad necesaria de saber que Dios nos bendecirá con su provisión, se basa en los dos principios que enumera el Salmo 37: Confiar y Hacer el Bien.
Dios quiere que sembremos una buena semilla al ayudar a otros. Y hacer el bien trae una gran satisfacción porque se siente genial marcar la diferencia. También que abramos la puerta de nuestro corazón a través de una sólida fe, de foram que pueda bendecirnos de grandiosas maneras.
Confía en Dios para traer las bendiciones correctas a tu vida. Mientras estás esperando el tiempo perfecto de Dios, ocúpate en ayudar a otros. En realidad, te sentirás tranquilo cuando no estás pensando en ti mismo todo el tiempo. Mientras te ocupas en hacer las cosas buenas que sabes hacer, Dios fielmente te bendecirá y satisfará tus necesidades.
Oración diaria: Señor, que pueda contar con Tu sabiduría y caminar en tus enseñanzas para no vivir una vida egoísta y egocéntrica. Confío en ti para traer las bendiciones correctas a mi vida mientras estoy ocupado haciendo el bien para bendecir y ayudar a aquellos a los que Tú me guíes a amar.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Salmos 37:
El Salmo 37 es una reflexión sobre la sabiduría que hace hincapié en el contraste entre los justos y los impíos. El estudio bíblico del Salmo 37 expresa lo temporal que es la felicidad de aquellos que hacen el mal. El título del Salmo 37 indica que fue escrito por el rey David.
El texto poético del Salmo 37 deja claro que el salmista escribió este poema cuando era un hombre maduro (Salmo 37:25). Esto explica la forma en que el autor se sitúa a lo largo del salmo como un observador cuya experiencia vital confirma su reflexión. El tema principal del Salmo 37 puede resumirse en una sola pregunta: ¿Por qué prosperan los malvados mientras sufren los justos? Entonces ell salmista aborda este problema en el Salmo 37 desde la perspectiva de la providencia divina. Así que en el Salmo 37 se responde a ciertas preguntas que el pueblo de Dios se hace a menudo.
Referencias cruzadas por versículo
Salmos 37:3
Salmos 4:5 – Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová.
Hebreos 6:10-12 – Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Salmos 26:1 – Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
Génesis 26:2 – Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.
Jeremías 17:7-8 – Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Isaías 1:16-19 – Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;