(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre. (Hebreos 6:10)
La mayoría de nosotros somos rápidos para decir que amamos a Dios, pero a veces nuestra disposición a servirle es otra historia. Piense sinceramente si alguna vez pensó o dijo: ¡Te amo, Señor, pero no me llames a hacer eso! O tal vez le sirvió, pero con una actitud incorrecta.¿Qué hace que seamos servidores renuentes?
Las ocupaciones: A veces, nuestras agendas están tan llenas, que no hay espacio para obedecer al Señor cuando nos llama a servir. Todos necesitamos tener “márgenes” de tiempo en nuestras vidas si queremos someternos a la voluntad de Dios.
El sentimiento de incompetencia. Quizás no se siente capacitado para servir, y piensa: Seguramente hay alguien con más talento que yo, que podría hacer ese trabajo. Pero eso es solo una excusa; el Señor promete equipar a quienes llama (2 Co 3.4-6).
El egoísmo. El servicio que implica un sacrificio nunca es cómodo. Puede exigir que cambiemos nuestros planes, renunciemos a nuestras comodidades, o incluso que hagamos sacrificios económicos.
La falta de amor. Lo que nos resulta más difícil de reconocer es que simplemente no nos importa lo suficiente. Nuestra renuencia a servir a otros revela una falta de amor al Señor. Quienes aman a Cristo con todo su corazón, le servirán con gozo ayudando a personas de su familia, su trabajo, su comunidad y su iglesia.
¿Es usted rápido para obedecer al Señor cuando surge una necesidad, o es un siervo renuente preocupado solo por sus propios planes y deseos? Cualquier servicio que haga en el nombre de Jesús no será en vano. Usted experimentará el gozo de dar, y la seguridad de que el Señor no olvidará su sacrificio.
Palabra Diaria: Señor, que las distracciones del mundo, no sean obstáculo para servirte y glorificarte. Dirige mis pasos, de manera que nunca me aleje de la voluntad que tienes para mí.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Comentario Bíblico – Hebreos 6:
Hay cosas que nunca se separan de la salvación; cosas que muestran que la persona está en un estado de salvación y que terminará en la salvación eterna. Las cosas que acompañan a la salvación son cosas mejores de las que nunca disfrutaron el apóstata o el que se aparta. Las obras de amor hechas para la gloria de Cristo o hechas a sus santos por amor a Cristo, de vez en cuando, según Dios da la oportunidad, son señales evidentes de la salvación del hombre; y marcas seguras de la gracia salvadora dada más que la iluminación y el saboreo de los que se habló antes. Ningún amor ha de ser reconocido como amor, sino el amor que obra; y ninguna obra es buena si no fluye del amor a Cristo.
Más Palabra Edificada / Obediencia:
«Si me amáis, guardad mis mandamientos.» Juan 14:15
«Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas» Deuteronomio 28:13
«Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.» Deuteronomio 28:1
«Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.» Deuteronomio 11:1
«Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.» Exodo 19:5
«Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.» Jeremias 7:23
«Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra» Isaias 1:19
«Y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.» Deuteronomio 28:14
«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.» Mateo 7:21