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“Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando anduvieres no se estrecharan tus pasos, Y si corrieres, no tropezaras” Prov 4:11,12.
Señor. Gracias por abrir camino delante de mi en este día. Mis pasos los encomiendo en sus manos.
Sé que como buen Padre jamás me abandonarás. Ayúdame a entender que lo más importante es dar pasos de fe en el más tortuoso camino de la vida. Si estas conmigo, jamás temeré. Si no hay puentes los construirás, si la puerta está cerrada, la abrirás y si el río se interpone, el se secará, no por mi esfuerzo sino por tu poder y tu mano. Hoy, tampoco se acortará tu manos para salvar.