Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. (1 Corintios 12:12)
Cada día, usted se levanta de la cama, se viste, y camina hasta la mesa para desayunar. Saluda al resto de la familia y tal vez lee el periódico. Unos minutos después, conduce su auto hasta el trabajo. En la primera hora, más o menos, que está despierto, su cuerpo realiza miles de complejas tareas, tan rutinarias que pasan desapercibidas.
Nuestro cuerpo físico es una creación de singular hermosura y complejidad. Y aunque ciertas partes parecen más atractivas que otras, todas son útiles. La naturaleza interdependiente del cuerpo, es decir, la manera como cada parte depende de otras para funcionar bien, es una metáfora apropiada para una iglesia centrada en Cristo. Cuando los creyentes usan sus dones y talentos para trabajar juntos con amor, todo el cuerpo funciona bien para la gloria de Dios.
Sin embargo, las iglesias hoy están llenas de personas que se consideran insignificantes. Al ver el exitoso trabajo de las demás, llegan a la conclusión de que no son realmente necesarias, o suponen que no tienen los talentos para aportar una contribución valiosa. Esas son mentiras del diablo. Cuando su engaño tiene éxito, lo que sucede con demasiada frecuencia, puede lograr que un cristiano más eche marcha atrás con la esperanza de que otra persona haga el trabajo para el Señor.
Retraerse en vez de buscar un lugar para servir, es una forma de robo: usted le está robando a la iglesia del Señor —a su pueblo—su contribución exclusiva. Su papel puede ser pequeño o pasar desapercibido, pero es vital para Jesucristo y el buen funcionamiento de su cuerpo en la Tierra.
Palabra Diaria: Señor, dame confianza para creer en que mis capacidades por pequeñas o grandes que sean, tendrán siempre un significado fundamental e importante, en la gran tarea de servir en Tu Cuerpo y seguir Tu Voluntad.
Más Palabra Edificada / Liderazgo:
«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.» Marcos 10:45
«Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor» Mateo 20:26
«Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres» Filipenses 2:5-7
«Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.» 1 Corintios 10:24
«Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.» 1 Corintios 4:1
«Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.» Juan 13:14
«Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.» Colosenses 3:17
«Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo» 1 Pedro 5:6
«Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.» Lucas 14:11
«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.» Juan 15:16