Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. (Salmos 34:1)
Señor, grande es Tu poder sobre toda la tierra y sobre todo aquello que en ella ocurre. Te alabo por las inmensas maravillas, que llevas a cabo, cada día en mi vida y por la grandiosa creación que me permites observar en cada amanecer. Pongo en mis labios estas palabras de alabanza para rendirte honor y glorificar Tu perfección, misericordia, compasión y bondad, infinitas e incondicionales con cada uno de Tus hijos.