Oración clamando por el resguardo del Señor
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. (Salmos 138:7)
Señor, gracias porque eres mi escudo y mi fuerza. Tu palabra me inspira y me infunde valor, pues me promete que harás que todas las cosas obren juntas para mi bien. Como hijo tuyo, puedo llenarme de fortaleza porque, dondequiera que vaya, sé que Tú estarás conmigo. No necesito tener miedo en ninguna situación porque sé que Tu poder es mayor a cualquiera de mis problemas, por ello dame la seguridad de descansar sin razones para temer, pues tengo en Ti mis más alto y seguro refugio.
Hoy quiero agradecerte también, Padre, pues eres mi sustentador y mi proveedor que toma cuenta de cada una de mis necesidades y me ofrece suficientemente, todo cuanto requiero y no lo que yo, según mi prudencia creo que necesito. Por ello en los momentos de mayor escasez o necesidad ayúdame a confiar Señor, en que, como nos promete Tu Palabra, tienes los planes más altos y de mayor bienestar para cada uno de Tus hijos. Por ello aleja de mi el miedo y la angustia y sustitúyelos por la certeza y la confianza de bienestar y de victoria que encuentro en Tus promesas infalibles.
Finalmente Señor, te goy las gracias porque siempre me escuchas y porque eres fiel para responder a mis oraciones. Tu palabra me reafirma que mi fe nunca será puesta en vergüenza cuando mi confianza esté puesta enteramente en ti. Por ello permíteme refugiarme en Ti y encontrar la alegría, y paz de calidad que sólo Tu puedes ofrecer y que perdura ante cualquier situación. Extiende tu protección sobre mí y sobre los que amo, para regocijarnos en Tu nombre y en Tu amor. Dame fuerza para perseverar a través de las tormentas y la incertidumbre que trae la vida. Que en mi debilidad encuentre la verdadera fuerza en ti, y que me libre en cada paso de todo mal.
Todo ello te lo pido Señor, En El Nombre de Jesús, Amén