Una Oración para agradecer el cuidado del Señor.
No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. (Salmos 121:3)
Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti con emoción y alegría para darte gracias por todas las bendiciones que Tú me regalas a diario, gracias porque aun en medio de las pruebas y las tribulaciones, tu amor y tu bondad me permiten continuar y gracias porque cada día de mi vida puedo sentir tu maravillosa presencia soportándome, avivándome y dándome la fuerza y la fe necesarias para seguir adelante.
Señor, te pido que en este día que inicia seas Tú esa hermosa luz que ilumine mis pensamientos, que seas también bondad en cada una de mis acciones y sabiduría en todas mis decisiones.
Te ruego que mires mi vida, mi hogar y la vida de mi familia, rodéanos con tu manto de luz y guía nuestros pasos por caminos ciertos, lejos del enemigo malvado, de las tristezas y de todo mal. Te pido por nuestra salud, por nuestro sustento diario, por nuestros sueños y por nuestros anhelos.
Por favor, sé nuestro amigo, nuestra constante compañía y nuestro protector. Ayúdanos para que nada ni nadie nos robe la paz interior y enséñanos a aceptar el presente para entender, aprender y avanzar hacia el futuro con ilusión y esperanza.
Y al llegar la noche, danos un descanso reparador y permítenos dormir plácidamente para así, poder despertar mañana a vivir una nueva semana, que sin duda estará colmada de victorias, nuevos regalos y bendiciones. Permítenos trabajar con amor y oriéntanos para arar los campos donde crecerá nuestra futura cosecha.
Amado Dios, en este día me encomiendo a Ti con toda confianza y con todo corazón. Yo confío en Ti y sé que si Tú estás a mi lado, entonces no me hará falta nada y mis días serán de regocijo, esperanza, dicha y abundancia, En El Nombre de Jesús, Amén.