Oración para agradecer la misericordia eterna de Dios.
«Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.» Salmo 136:1
El Salmo 136 es un hermoso recordatorio de la bondad y la misericordia eterna de Dios. Cada versículo de este salmo nos invita a alabar a Dios, reconociendo su amor constante y su fidelidad a lo largo de todas las generaciones. El versículo 1 nos dice que debemos alabar al Señor porque Él es bueno y su misericordia es eterna. Esta verdad es una fuente de consuelo y esperanza, especialmente en tiempos de dificultad. La misericordia de Dios no tiene fin; es inmutable y siempre presente. Al recordar y meditar en la bondad de Dios y su misericordia que perdura para siempre, nuestros corazones se llenan de gratitud y adoración. Este conocimiento nos anima a confiar en Dios, sabiendo que su amor y su cuidado nunca nos fallarán. Permítanos vivir cada día con un espíritu de agradecimiento, reconociendo y celebrando la bondad y la misericordia eterna de nuestro Dios.
Señor, te alabo y te doy gracias por tu infinita bondad y tu misericordia eterna, que acompaña y me guía cómo una luz que disipa la oscuridad de mis errores e inseguridades. Gracias por ser un Dios bueno y fiel, cuyo amor no tiene fin. Ayúdame a recordar siempre tu misericordia y a vivir con un corazón lleno de gratitud. Que tu bondad sea mi ancla en tiempos de dificultad y mi fuente de alegría en tiempos de bendición. Enséñame a confiar en tu fidelidad y a descansar en tu amor constante. Que mi vida sea un reflejo de tu misericordia, y que mi testimonio inspire a otros a reconocer y alabar tu nombre. Gracias, Señor, por tu amor inagotable y tu gracia que me sostiene cada día. En el nombre de Jesús, amén.