Oración para pedir la fortaleza del Señor, en nuestra vida.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3
Creo que lo contrario del orgullo es la confianza en Dios. El orgullo nos pide que creamos que todo depende de nosotros. Confiar en Dios requiere que pongamos nuestra dependencia en Él. Y el camino que nos aleja del orgullo y nos lleva a confiar verdaderamente en Dios está pavimentado con humildad. La humildad nunca se compra a bajo precio. Siempre nos costará algo, pero valdrá la pena el precio que paguemos.
¿Podría Dios estar usando las circunstancias que demandan de Ti, mayor humildad, para llevarte a un lugar de profunda e inquebrantable confianza en Él? Si Dios ve grandes cosas por delante para ti, y creo que así es, entonces debes eliminar todo atisbo de orgullo. Incluso si el orgullo no es más que una pequeña espina en tu corazón ahora, cuando obtengas una posición más grande en términos de reconocimiento, ese orgullo crece de una espina a una daga con el potencial de destruir muchas de las buenas cosas que Dios ha sembrado en Tu corazón.
Por ello, reflexionemos sobre nuestras vidas y examinemos nuestros corazones en busca de cualquier rastro de orgullo que pueda obstaculizar nuestra relación con Dios. Pidámosle a Él la gracia para caminar en humildad y depender completamente de Su sabiduría y poder. A medida que confiamos en Dios, recordemos que Su plan para nosotros siempre es bueno y perfecto, y que la humildad es el camino hacia una fe más profunda y una vida más plena en Su presencia.
Padre, sabemos que el orgullo puede ser un obstáculo en nuestro camino hacia Ti y hacia el propósito que has destinado para nosotros. Ayúdanos a reconocer y eliminar cualquier rastro de orgullo en nuestros corazones. Enséñanos a confiar plenamente en Ti y a depender de Tu sabiduría y fuerza en cada situación. Danos también la gracia para caminar en humildad, recordando siempre que sin Ti no podemos hacer nada. Que nuestros corazones sean suaves y abiertos a Tu corrección y guía. Ayúdanos a ver las circunstancias difíciles como oportunidades para crecer en humildad y fortalecer nuestra confianza en Ti. Gracias por Tu amor incondicional y por estar siempre a nuestro lado, guiándonos y sosteniéndonos con Tu mano poderosa. En el nombre de Jesús, amén.