Señor, este mes de Julio que ha iniciado, quiero entregarlo en Tus poderosas manos y clamar para que Tu presencia sea constante cada día, de forma que ella me acompañe, me ilumine, me ampare, me proteja y me bendiga tanto a mi como a mi familia y seres queridos, y derrame bendición, también, sobre mis planes y decisiones. Porque sin Tu presencia Padre, yo no sería capaz de caminar, estaría perdido en la oscuridad de un mundo alejado de Ti y con un futuro incierto a las manos de mis propios errores y fallas.
Por ello Te agradezco Señor, por Tu amor y bondad, por Tu cuidado y Tu Guía. Gracias porque en medio de las pruebas y desafíos de la vida me fortaleces y me recuerdas que cualquier situación que enfrente obra para mi bien y que detrás de ella habrá siempre una lección para pulir mi carácter y apreder, de esa enseñanza a ser un servidor mas fiel y más comprometido con los objetivos de Tu reino.
Que sea siempre Tu voluntad, Padre.
En El Nombre de Jesús, Amén.