Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaías 55:8-9)
Señor, sé que tus caminos son más altos que mis caminos, así que necesito que me ayudes para que tus caminos sean mis caminos. Capacítame para que tus pensamientos sean mis pensamientos. Ayúdame a ver las cosas en mi vida desde tu perspectiva para poder entender el cuadro completo, y para no quedarme estancado en los pequeños e insignificantes detalles de la vida que me pueden desviar del sendero que trazaste para mí.