Una oración contra la ira.
La Verdad
La ira es una emoción que surge fácilmente. Determinadas circunstancias pueden llevar a cualquiera de nosotros a perder el control. Sin embargo sabemos que Dios nos llamó para el amor y no para el odio, el rencor o la rabia. ¿ Como entonces podríamos evitar ser víctimas de este sentimiento pernicioso? una manera es quitarnos la costumbre de querer controlar todo en nuestro alrededor, que muchas veces podríamos tener. Frecuentemente nuestra ira es despertada cuando sentimos que ciertas cosas o determinadas situaciones escapan de nuestras manos. Ahora bien cuando decidimos colocar todo en las manos de nuestro Padre Celestial está obsesión por el control y la ira desencadenada por no tenerlo todo en nuestras manos es aliviada por la confianza de saber que Él tiene cuidado de nosotros y en sus tiempos perfectos nos dará aquello que considere que es mejor para nuestra vida de acuerdo a su voluntad. Sustituyamos entonces el rencor la ira y el resentimiento por el amor pues Dios pues, Él es bueno y nos escucha y abre sus brazos cuando necesitamos desahogarnos, contarle nuestras penas y angustias y encontrar el camino más adecuado.
Di la verdad a Ti mismo
En Cristo no soy una persona irritada. Fui llamado para el amor y para la paz no para el conflicto y el resentimiento. La ira solo me lleva al mal no solo de mi corazón y mi espíritu sino de mi relación con otros puntos cuando estoy irritado puedo ir a otros con mis palabras y mis acciones y en consecuencia separarme de aquellos que amo. Cuando soy tentado por la ira voy a orar por aquellos con los que pude irritarme acordándome de que Dios perdono muchas ofensas mías y de que yo en consecuencia debo perdonar a aquellos que me han tratado de forma injusta injusta. Los liberó de mi resentimiento de mi rabia de mi amargura y con ello sacó de mi corazón ese sentimiento que ocupa el espacio que debería ser ocupado por el amor. Cuando la ira intenta apoderarse de mis pensamientos tomaré Una pausa y no haré nada antes llorar y esperar sabiendo que mi padre celestial siempre me responde.
Orando la verdad
Señor, me siento mal cuando injustamente me desahogo delante de una persona que estimo por una situación en la que haya sido afectado. Por favor ayúdame a hacer de tus oídos los primeros en oír mis quejas cuando pierda el control de mi ánimo, y ayúdame también Padre recordándome que Tú conoces el resultado de la situación por la que estoy pasando y que todo estará bien. Que pueda entender, Señor, que la irá, el rencor o la rabia nunca es una solución, pues nos aleja del amor que incondicionalmente nos das y del amor que quieres que también demos a nuestros hermanos, por ello concédeme la paz y el autocontrol para servirte de la mejor manera posible y honrarte siempre de todo corazón. En El Nombre de Jesús, Amén.