Una oración en medio de la prueba.
La Verdad
Ante la aflicción, el Señor no ignora nuestros sufrimientos, todo lo contrario: El conoce el dolor por el que pasamos y nos acompaña en la prueba, por lo que nos podemos regocijar y tener la confianza de saber, que Su promesa es la de librarnos, con una bendición o con una lección, pero siempre transformados a la imagen de la persona que quiere que seamos para gloria de Su reino.
Di la verdad a Ti mismo
Dios ve mi aflicción, conoce mis angustias y oye mi clamor. Él es mi esperanza en tiempos de prueba y mi roca fuerte en la que me sostengo, cuando todo parece perdido o cuando mis energías parecen agotarse. Sé que todo obra para bien y en las dificultades que tenga que pasar habrá o un propósito o una bendición que El Señor me guardará dentro de sus planes y propósitos que son los perfectos y los más altos. Por ello no decaeré en medio del problema y no temeré sino que permaneceré firme en el amor del Pastor misericordioso y justo que da la vida por sus ovejas; pues sin duda Él me librará.
Orando la verdad
Señor, como David, necesito tu aliento en tiempos de prueba y angustia, y sé que como el Padre amoroso y misericordioso que eres, no tardarás en abrirme Tus brazos y sostenerme en medio de la dificultad. Por ello agradezco la bendición de Tu presencia constante en mi vida, Padre y Te doy gracias por estar siempre cerca y por rescatarme siempre de mis miedos y heridas del pasado. Y en medio de la angustia, clamo a Ti Señor, para que me ayudes a recordar que el amanecer puede estar cerca, que ninguna prueba durará para siempre, ni será mayor a Tu poder infalible. Por ello, fortalece mi fe, mi mente, revísteme con tu armadura para que contigo pueda vencer el día malo. Tuyo es el poder, la gloria y el honor por siempre, Señor, En el nombre de Jesús, Amén.