Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. (Filipenses 1:6)
Señor, Te doy gracias porque no desperdicias nada, sino que todo lo utilizas para lograr tus buenos propósitos. El primer trabajo de David fue pastorear; difícilmente sería una preparación recomendada para un futuro rey. Sin embargo, las lecciones aprendidas sobre las colinas con las ovejas le sirvieron muy bien a David en el trono; no gobernó como un tirano, sino como un pastor. Te doy gracias, Dios, porque a mí también me puedes utilizar en cualquier situación en que me encuentre, y vas a utilizar mis actuales circunstancias a fin de prepararme para servicio futuro. Incluso si ahora no considero que mi trabajo, actividades o circunstancias sean importantes, ayúdame a recordar que es posible que me estés preparando para un servicio futuro. Padre, necesito tu ayuda para sacar el máximo provecho del lugar en que me has puesto en este momento. Permite que mi servicio para Ti en el presente se convierta en un tiempo de preparación para el futuro que tienes planeado para mí.