Señor, te pido que me acompañes en esta bella jornada que estoy por iniciar. Camina junto a mi y no permitas que me pierda por el ruido, la tensión y la rutina del día a día. Que toda acción, por más repetitiva que sea, la convierta en una labor extraordinaria que alabe y de gloria a todas las bendiciones que recibo de Ti.
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. (2 Corintios 6:16)