Señor, al comenzar este día, me regocijo en saber que continuamente estás introduciendo novedades en mi vida. Y es que siempre estás haciendo y obrando en ella cosa buena, de provecho y de edificación conforme a Tu maravillosa voluntad. Por ello sé que no debo quedarme en el pasado ni dejar que los fracasos que golpearon mi ánimo, me definan, me quiten la esperanza o reduzcan mis expectativas. Y es que hoy es el día para un nuevo comienzo, sabiendo que no hay límites para Tu creatividad, asi que hoy mi corazón se encontrará preparado para recibir las bendiciones que sé que deseas brindarme.
Y es que este día es un precioso regalo que no debo dar por sentado Padre, y por ello quiero agradecerte el que te encuentres conmigo guíandome y cuidándome en el mismo día que has hecho con tierna atención a cada detalle para que yo me regocije en él y camine confiado y alegre colocando mis ojos en servirte y glorificarte en todo lo que hoy haga.
Finalmente Señor, Te pido que no apartes de mi la sabiduría y el discernimiento para que, a medida que vaya avanzando por las sendas de la vida, pueda ver las señales de Tu amorosa presencia y agradecerte por cada una de ellas con acciones y palabras que reflejen Tu presencia en mi vida y sean ejemplo para aquellos que me rodean.
Hoy pongo nuevamente mi día en Tus manos Señor, y me dispongo a avanzar con valor, perseverancia y paz, en las tareas que hoy debo cumplir, sabiendo que Tu presencia me acompaña y que me proteges de todo mal.
Que se haga Tu voluntad hoy y siempre Señor. En El Nombre de Jesús, Amén.