Porque nada imposible hay para Dios. Lucas 1:37.
Cada día las imposibilidades me amenazan porque en este mundo se exalta con frecuencia las imposibilidades. Esas imposibilidades que son exaltadas son el terreno fértil donde puedo ver germinar las posibilidades de Dios en toda su magnitud y su fuerza, no para vanagloria del hombre sino para la exaltación de Dios en toda su majestad y grandeza. Hoy tengo la oportunidad de acercarme a Dios y permitir que su poder y su gloria operen con fuerza.
Señor, Gracias por ser el único y poderoso Señor. Gracias por darme la oportunidad de ser tu hijo y como hijo contemplar la belleza de tu gracia y de tu poder. Cuando llegué a tus pies por primera vez, jamás imaginé la forma como vería tu poder en acción frente a las imposibilidades de la vida y ahora, veo tu gloria y tu fuerza en los cielos, en la tierra pero también en mi vida. Hoy nuevamente quiero reflexionar que para ti no hay nada imposible. Ante tu gloria las sombras de lo imposible se desvanecen y se deshacen.
En El Nombre de Jesús, Amén.