Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:16)
Señor aclara mi mente, ordena mis pensamientos y disciplina mis actitudes cuando pierda el rumbo cuando me encuentre ante una dificultad. Dame la capacidad de pensar de forma adecuada en cada situación y concédeme el discernimiento y la sabiduría para elegir la mejor opción de acuerdo a la voluntad que guardas para mí. Que mi mente sea, Padre, un instrumento para servirte y glorificarte.