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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (1 Juan 5:14)
Nuestra oraciones no tienen que expresarse perfectamente para alcanzar los propósitos de Dios. Son efectivas por la autoridad que tenemos en Jesús, el cual se basa sobre su obra terminada en la cruz. Por lo tanto, nuestras oraciones son eficaces aun cuando sean cortas, cuando sean débiles y cuando no estén bien estructuradas.
Las oraciones cortas son eficaces. No deje la oración de lado hasta que tenga una hora completa para orar. Incluso mientras se apresura para llegar a una cita, espera en un semáforo o está en la fila del supermercado, usted puede ofrecer oraciones de noventa segundos que marcarán la diferencia en su vida y en la de otros. De igual manera, no mida sus oraciones por la manera en que se siente cuando las hace, sino por la extensión en que estas se alinean con la voluntad y la Palabra de Dios. Amado, nuestros momentos de oración débiles quizá no nos muevan a nosotros, pero sí mueven el corazón de Dios.
Finalmente, Dios valora nuestras oraciones aun cuando no las decimos de la manera “correcta”. A veces, pensamos que debemos tener una estructura perfecta cuando oramos. Sin embargo, venimos valientemente al “trono de la gracia” (Hebreos 4:16), no al “trono de la redacción perfecta”. El Señor escucha el gemido del prisionero (Salmo 79:11; 102:20) así como la elocuencia de los eruditos bíblicos y los predicadores poderosos. Recuerde, Dios conoce nuestro corazón, y Él nos ha dado su Espíritu para que interceda por y a través de nosotros.
Lleve ante el Señor sus oraciones cortas, débiles o mal estructuradas. Presente sus peticiones y devociones con la confianza que tiene en Jesucristo.
Oración diaria: Señor, gracias por el conocimiento de que tú escuchas mis oraciones aun cuando son débiles, cortas o mal estructuradas. Mis oraciones pueden no siempre ser elocuentes, pero tú las escuchas y las respondes a pesar de mis imperfecciones.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo 1 Juan 5:
En 1 Juan 5, el apóstol Juan comienza tratando una vez más la relación entre el amor a Dios y la obediencia. Se está librando una batalla espiritual, si queremos ganarla tenemos que creer. La única arma capaz de vencer al mundo es nuestra fe.
El testimonio de que esta fe es efectiva lo da el Espíritu Santo a través de las Escrituras y la resurrección de Jesucristo. En sincera comunión con Dios podemos orar a Él sobre cualquier necesidad real que tengamos y seguramente nos escuchará.
Juan termina dando una enseñanza sobre el tema del pecado. De hecho, hay pecados más graves que otros y da una pauta sobre cómo actuar en cada caso.
Esquema de 1 Juan 5:
5.1 – 3: Amor a Dios y obediencia
5:4-6: La victoria que vence al mundo
5:7 – 11: El testimonio de Dios
5:13 – 15: La confianza en la oración
5:16 – 21: La cuestión del pecado
Referencias cruzadas por término – 1 Juan 5:14:
Y esta es la confianza que tenemos en él.
Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. (Salmo 145:18)
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. (Salmo 37:3)
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. (Hebreos 13:5)
Que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad.
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? (Daniel 4:35)
Se levantará luego un rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará su voluntad. (Daniel 11:3)
Él nos oye..
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré. (Jeremías 29:12)
Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas; Porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días. (Salmo 116:1-2)
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (1 Juan 5:15)
En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. (Salmos 18:6)