No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal. (Proverbios 3:7)
Señor, a veces la soberbia puede invadir mi corazón y llevarme a confiar en mi propia sabiduría. En esos momentos, te pido llenes nuevamente mi corazón de humildad, de obediencia y de sabiduría para poner mi fe en Tus planes y caminos de bien. Que no olvide que aquello que guardas para mí, provendrá siempre de Tu bondad y de Tu infinito amor.