La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra. (Proverbios 12:25)
Señor, te doy gracias por tu Palabra, porque es buena y me da vida. Cada vez que la leo siento gozo en mi corazón. Oro que tu Palabra en mí me llene el corazón con tu amor y tu paz, y que al igual que las cenizas vuelan en el viento, toda la ansie- dad, la depresión y otras nubes oscuras se alejen de mi vida. Te pido que quites toda la tristeza de mi corazón y me liberes completamente de todas las emociones negativas.