Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes (Genesis 17:1-4)
Señor, tu que eres dueño de la eternidad ayúdame a ver más allá mis errores pasados y presentes. Abre mis ojos y mi corazón a las posibilidades, que pondrás en mi futuro y ayudame a confiar en la adversidad, en Tu poder infalible, en Tu amor paternal y en las promesas y planes de bienestar y resguardo que tienes para todos aquellos que te siguen con fidelidad. Amén