«En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido» (Juan 16:23-24)
Señor, en los momentos en que me encuentre perdido, ayúdame a recordar que Tu bien y misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Fortalece mi carácter para salir victorioso en Ti, de cada batalla, sabiendo que Tu cuidado y Justicia son dignos de los que con fe y confianza Te sirven y Te buscan. Amén.