Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. (Salmos 32:15)
Señor, Quiero confesar todo aquello de lo que necesito arrepentirme para poder recibir tu completo perdón. Muéstrame si estoy tratando de ocultar algo de ti o de alguna otra persona. Limpia mi corazón de toda iniquidad para poder vivir en la plenitud de tu presencia y recibir toda la sanidad que tienes para mí.