Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. (Salmos 5:11)
Dios adorado, aquí estoy nuevamente viniendo ante ti, que prometiste renovarme con tu amor, permaneciendo en medio de mi como guerrero victorioso, para pedirte que me llenes de alegría, porque estoy triste pero se que tu lograras renovar mi ánimo, permitiéndome sentir placer con las pequeñas cosas y sonreír verdaderamente para experimentar tu gozo eterno, déjame llevar alegría a mi casa, mi trabajo y a todo entorno donde me desenvuelva, convirtiéndome en embajador de tu alegría divina y así continuar glorificándote.