No les tengas miedo, que el Señor tu Dios pelea por ti. (Deuteronomio 3:22)
Señor, Te pido que me des paz en lugar del temor. Cuando esté delante de una adversidad o cuando sucedan cosas difíciles alrededor de mí, ayúdame a recordar que estás de parte mía y que pelearás por mí. Si tú estás a favor de mí, entonces nadie puede tener éxito contra mí, porque de Tu mano seré siempre librado de todo mal.