Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:8)
Señor, dame la sabiduría y el discernimiento para entender las verdades grandiosas que me hablas mediante Tu Santa Palabra. Muéstrame cómo cada pasaje que leo se relaciona con mi vida y la de la gente que me rodea. Y al mismo tiempo enséñame a escucharte cuando me hablas por medio de situaciones, circunstancias, relaciones con otras personas y las distintas pruebas que encuentro en mi camino, para fortalecer mi fe en Ti.