Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. (Filipenses 4:9)
Señor, gracias por darme el privilegio de tu presencia, tanto en la aflicción como en la alegría. Ayúdame a llevar a cabo en mi vida el aprendizaje de las verdades de Tu Palabra, para cumplirlas y recibir la sabiduría y el galardón de la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar y la fortaleza para sobrellevarlas y seguir adelante, caminando de tu mano.