Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Allí donde Dios guía, allí también Él proveerá en abundancia para todas nuestras necesidades.
Padre me satisfaces con abundancia en las cosas buenas tanto materiales como espirituales. Todas mis bendiciones provienen de ti. Nada me falta porque mis ojos están puestos en la meta de servirte y obedecerte. Te agradezco Señor por anticipar cada una de mis necesidades y por llenar mi vida de abundantes bendiciones todos los días.