Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. (Juan 8:36)
Señor, quiero ser libre de todo mal que me aprisiona y me impide avanzar en mi vida. Dame la fortaleza y la sabiduría para vencer las trampas del pecado, los vacíos de la tentación, la oscuridad del mal proceder. Pon en mi corazón, cuando quieran hacerme caer, sentimientos dignos de Ti: bondad, perseverancia, justicia, paz y fe para confiar totalmente en Tu guía, poder y misericordia. Solo asi podré experimentar y recibir la promesa de verdadera libertad que nos guardas. Amén.