Mucha paz tienen los que aman tu ley,Y no hay para ellos tropiezo. (Salmos 119:165)
A nadie le gusta caminar en círculos y pasar por los mismos lugares repetidamente, experimentar los mismos problemas y frustraciones, cometer los mismos errores y lidiar con las mismas limitaciones. Queremos romper los círculos viciosos del derrotismo, superarnos, ir más allá de nuestras limitaciones y circunstancias. No queremos ser sólo sobrevivientes.
Queremos ganar y ser parte de algo que nos trascienda. Queremos estar conectados a lo que Dios está haciendo en la tierra para poder dar fruto para Su Reino. Queremos rebosar del amor y las bendiciones de Dios. Nuestro más intenso anhelo es recibir todo lo que Dios tiene para nosotros.
Señor, no quiero ser mediocre en mi vida espiritual. Quiero ser un ganador. Pagaste el precio para que yo te perteneciera. Ayúdame a vivir de acuerdo con esa realidad. Has puesto un rumbo a mi vida. Ayúdame a actuar de acuerdo con esa realidad. A través de ti, puedo derrotar a mis enemigos y caminar por Tus sendas, sin tropiezos. Ayúdame siempre a recordar esa verdad.