He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá. (Habacuc 2:4)
Señor, ayúdame a cultivar una fe sólida en Tu poder y las enseñanzas de Tu palabra. Que pueda vivir por fe, confiando aún en la adversidad y en las pruebas, en que me sostrendrás y me encaminarás nuevamente a las sendas de bien, conforme a Tu voluntad.