Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres. (1 Timoteo 2:1)
Cuando oramos, hablamos con Dios y escuchamos lo que Él nos diga. Un tipo de oración es la intercesión, que es simplemente orar por alguien además de ti. Es clamar a Dios por otra persona, llevar sus necesidades a Él en oración y a veces, escuchando algo de parte de Él sobre esa situación. La intercesión es uno de los tipos de oración más importantes porque muchas personas no oran para sí mismas o no saben cómo. ¿Por qué? Porque no tienen una relación con Dios. También hay momentos en que las circunstancias son tan difíciles, el estrés es tan alto, el dolor es demasiado grande o las cosas son tan confusas que las personas no saben cómo orar por sus propias situaciones. Hay momentos en que las personas han orado y orado y orado para sí mismas y simplemente no les quedan fuerzas para orar.
Por ejemplo, una vez visité a una amiga que estaba en el hospital sufriendo de cáncer. Había peleado una lucha valiente y oró como una guerrera, pero llegó a un punto en el que no era lo suficientemente fuerte como para orar como quería y me dijo: «Ya no puedo orar». Necesitaba que sus amigos oraran por ella, no solo orar por ella, sino orar realmente por ella, orar en su lugar porque ella no podía. Estoy segura de que hay personas en tu vida que necesitan oración, personas que necesitan que tu hables con Dios y que lo escuches a Él a nombre de ellos. Te animo a que le pidas que te muestre quiénes son y que seas fiel para orar por ellos.
Palabra Diaria: Señor, permíteme siempre contar con la fidelidad para orar por otros, tal y como Tú quieres que lo haga.