El que recoge en el verano es hombre entendido, el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
Seguir leyendoOraciones para cambiar: Superar el remordimiento
Señor, si tú no usas mi pasado en contra mía, yo tampoco debería hacerlo. Está libre mi mente para mirar para adelante y no hacia atrás. Ayúdame Padre, a mirar hacia adelante, el futuro promisorio y de bien que tienes para mí.
Seguir leyendoComentario diario #122: Proverbios 3:5-6
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. (2 Corintios 4:18, 2 Corintios 5)
Seguir leyendoGuerrero de Dios #324: En el lugar de otros
Señor, tu fidelidad es mayor de lo que puedo pensar y comprender. Permíteme verme hoy como sólo Tú me ves y renueva mi espíritu en tu compasión inagotable y amor.
Seguir leyendoBuenos Días #324
Hoy no es simplemente un día más, sino una nueva esperanza, una nueva ilusión y un motivo para dar gracias a Dios por la vida.
Seguir leyendoPromesas que no fallan
Señor, que tus promesas fortalezcan mi fe, cuando me atrape la duda. Ayúdame a recordar que en Ti nada es imposible y que tu obra solo da lugar al regocijo, paz y gozo, de todos los que te siguen y creen en Ti.
Seguir leyendo12 de Enero: Luz del mundo
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:14-16)
Seguir leyendoLa indecisión
El que recoge en el verano es hombre entendido, el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
Seguir leyendoOraciones para cambiar: Cercanía con Dios
Señor, que la respuesta de mi corazón en cualquier situación sea buscarte, tal como lo haría en cualquier otra relación. Y es mi oración que al hacerlo, pueda comenzar a conocerte íntimamente. Que pueda yo experimentar una relación de amor que sea sin igual.
Seguir leyendoComentario diario #121: 2 Corintios 4:18
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. (2 Corintios 4:18, 2 Corintios 5)
Seguir leyendo