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Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (2 Timoteo 4:12)

Señor, haz de Tu paz y serenidad la mía, de manera que pueda descansar cada una de las cargas que hoy me aquejan, en Tu poder y voluntad que todo lo pueden.

Espero que el día de hoy, se haga realidad todo lo que deseas, y que El Señor cuide cada uno de los pasos que des.

Señor, gracias por darme tu mano cuando sentía que no podía seguir y gracias porque en esta semana me diste fuerza, me ayudaste a aumentar mi fe y a avanzar en el camino de mis sueños. En este nuevo día quiero dar lo mejor de mí y enaltecerte a través de cada uno de mis actos, por favor ilumina mi corazón y permíteme obrar conforme a tu palabra y tu voluntad.

Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.