«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mateo 24:35).
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos aéreos destruyeron gran parte de Varsovia, en Polonia. La ciudad estaba cubierta de bloques de cemento, caños rotos y trozos de vidrio. Sin embargo, en el centro de la ciudad, gran parte de uno de los edificios dañados permanecía obstinadamente en pie. Era la sede polaca de la Sociedad Bíblica Británica e Internacional. Estas palabras todavía se leían sobre una pared: «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mateo 24:35).
Jesús hizo esa declaración para alentar a sus discípulos, cuando estos le preguntaron sobre el «fin del siglo» (v. 3). Pero esas palabras también nos alientan hoy en medio de nuestras batallas diarias. De pie entre los escombros de nuestros sueños rotos, aún podemos confiar en el carácter indestructible de Dios, su soberanía y sus promesas.
El salmista escribió: «Para siempre, oh Señor, permanece tu palabra en los cielos» (Salmo 119:89). Pero es más que su palabra; es su propia esencia. Por eso, también podía decir: «De generación en generación es tu fidelidad» (v. 90).
Al atravesar experiencias devastadoras, podemos enfrentarlas con desesperación o con esperanza. Como Dios no nos abandonará, la esperanza es nuestra confiada elección. Su Palabra nos confirma su amor inalterable.
Palabra diaria: Gracias PADRE por este nuevo día! No queremos dar un solo paso fuera de tu Cobertura. Que sea Tu Voluntad la que nos gobierne hoy. Que sea Tu SANTO ESPÍRITU tomando el Control de todo lo que somos y haremos. Toma nuestras manos y dirígenos TÚ, Señor, porque si nos sueltas nos podemos equivocar. ayúdanos a confiar siempre en aquello que dices.
Más Palabra Edificada/Valor:
-«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» Isaias 41:10
-«Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.» Exodo 15:2
-«Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.» Salmos 28:7
-«Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.» Salmos 31:2
-«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» Salmos 46:1
-«Misericordia mía y mi castillo, Fortaleza mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.» Salmos 144:2
-«Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro.» Isaias 25:4
«Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.» Jeremias 16:19