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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (Juan 11:40)
El Señor no siempre usa a las personas brillantes, influyentes o expertas para que hagan su obra.
De hecho, Dios escoge a menudo a aquellos que el mundo considera ignorantes, débiles, insignificantes, comunes y corrientes para que trabajen en su obra. Y tiene dos razones fundamentales para hacerlo. Primero, al realizar cosas grandes por medio de personas nada excepcionales, Dios demuestra que la sabiduría del mundo es locura. Y, segundo, puesto que los hijos de Dios no tienen ninguna razón para jactarse, no tienen ningún poder para salvarse a sí mismos, y ninguna capacidad para servirle sin el poder y la sabiduría de Él.
Dios no está interesado en el talento humano brillante, ni en la capacidad natural de las personas. Está buscando a personas humildes que sean totalmente dependientes de Él, y que estén dispuestas a ponerse a disposición de todo lo que les llame a hacer. Moisés no sentía que el Señor podía usarlo para sacar a los israelitas de Egipto porque no era elocuente, pero se convirtió en uno de los más grandes líderes de la historia judía. David era joven y no tenía experiencia como guerrero, pero el Espíritu de Dios le dio poder para liquidar a un gigante con una pequeña piedra.
Si usted se ha entregado a Cristo, no importa su edad ni lo calificado que se sienta. Si simplemente depende de Cristo, se pone a su disposición y le obedece, Él le usará para su gloria.
Oración diaria: Señor, ayúdame a reconocer y reclamar los dones únicos que me has dado. Dame la fortaleza para emprender los cambios que quieres en mí y que me llevarán al propósito de bien que me guardas. Hazme también, instrumento para identificar en otros sus dones y de esa forma guiar nuestro esfuerzo de hermanos a hacer la diferencia obrando en Tu Palabra.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Juan 11:
El evangelio de Juan fue escrito por el discípulo Juan, décadas después de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. El autor asume que el lector ya está familiarizado con el contenido de estas otras obras. Por ello, Juan presenta una perspectiva diferente, con un mayor énfasis en el significado. Juan utiliza siete milagros -que él llama «señales»- para demostrar que Jesús es, de hecho, Dios encarnado. Aquí se encuentran algunos de los versículos más conocidos de toda la Biblia. Ninguno es más famoso que el resumen de una frase del evangelio que se encuentra en Juan 3:16.
Después de dar la vista a un ciego de nacimiento (Juan 9), Jesús se enfrentó a los líderes religiosos en al menos dos ocasiones (Juan 10). Tras otro intento fallido de arresto, Jesús abandonó la zona y se marchó donde la política de Jerusalén tenía poca influencia. En este capítulo, vuelve para resucitar a un amigo recientemente fallecido, Lázaro. El resultado es un renovado compromiso de los líderes religiosos de Jerusalén para que Jesús sea asesinado. Al acercarse la crucifixión, Jesús escenificará su entrada triunfal en el capítulo 12, y luego comenzará sus últimas enseñanzas a los discípulos.
Referencias cruzadas por término – Juan 11:40:
Salmos 90:16 – Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos.
Juan 11:4 – Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Romanos 4:17-25 – (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.